Lo tildaron de hippie e idealista. Nadie creyó en él cuando dijo que partiría su emprendimiento de buceo. Hoy estos centros recreacionales son cada vez más famosos y este “hippie” pasó a ser una referencia para los que creemos en el poder de nuestros sueños. La historia que te contaremos a continuación verifica la importancia de ser fiel a nuestra esencia, creer en nuestros propios sueños (incluso cuando nadie más lo haga) y seguir ese camino que, aunque se puede ver y sentir difícil, es lo que tu alma necesita.
César Villarroel pasa la mayoría de su tiempo en las profundidades del océano. Los misterios que el mar guardaba y toda la vida que había en su interior, lo motivaron a bajar por primera vez una cámara de fotos a este desconocido lugar.
Cuando descubrió que el mar era mucho más que algas y peces, sintió que tenía que darlo a conocer. Las profundidades eran vida, corrientes, migraciones de familias completas, era el lugar que guardaba la inmensidad de los animales más grandes del planeta tierra: las ballenas. Así fue como él mismo dice haber sentido una misión con la naturaleza. Ser un puente de conexión entre estos dos mundos, tan cercanos y tan lejanos a la vez, era su gran pasión.
Poder traer a la luz toda esa vida que estaba ocurriendo en las oscuras profundidades del pacifico se convirtió en su misión de vida. Cada vez se sentía más vital y con más ganas de hacer nuevas inmersiones. Cada vez fotografiaba algo diferente, algo novedoso, algo que para muchas personas venía de un mundo completamente desconocido.
Poco a poco empezó a entender que tenía una misión con la naturaleza y no solo sintió una conexión entre la vida submarina y la fotografía, sino que también descubrió que ahí estaba su lugar. Era donde se sentía pleno.
Actualmente pasa su vida entre ballenas y peces. Vive del buceo, de motivar a que cada vez sean más personas las que se sumerjan en las profundidades del pacifico.
El camino no ha sido fácil. “Imagínate montar una escuela de buceo cuando el buceo no era nada convencional ni típico. Muchos me dijeron que estaba loco”. Hoy en día sonríe. Ayuda a que cada vez sean más personas las que vivan la experiencia de estar bajo el mar.
César nos inspira por su perseverancia, su conexión con lo natural y porque se atrevió a perseguir sus sueños, a llevar una vida alineada a sus principios.
Queremos que tú también te atrevas a perseguir lo que sueñas, a conectar con tu entorno y con sus habitantes, a seguir tu intuición y vivir sin miedo. A acércarte a lo salvaje